Tienes una bomba en el tocador.
El elixir de la juventud eterna no se ha inventado, sin embargo, has gastado varios dólares en productos cosméticos que se le asemejan.
Están ahí en tu tocador prometiendo embellecerte, provocando la intoxicación de la fauna marina, impidiendo la transpiración natural de tu piel, y aumentando la probabilidad de que tengas alergias, granos y efectos carcinogénicos.
¿Qué tal si desactivas la bomba a tiempo?
No es tarea sencilla pero puedes dar el primer paso optando por productos que reduzcan todos estos efectos adversos…
Te hablamos de cosméticos naturales.
Con ellos vas a prevenir enfermedades, disminuir los obstructores hormonales, aumentar la transpiración natural de tu piel, garantizar que ningún animal sufra en testeos y reducir el impacto ambiental de los desechos.
¿Te importa respetar a tu cuerpo y dejarle un mundo habitable a tus hijos?
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